Si quieres hacer alguna actividad de aguas bravas como rafting, hidrospeed, kayak etc y te preguntas cual es el nivel de dificultad de los ríos, en este artículo vamos a intentar explicarlo con un lenguaje para todos los públicos.
Los ríos se gradúan según una serie de factores de influencia, tales como la hidrotopografía, el desnivel, el caudal del agua o los obstáculos que presenten. Si tomamos el caudal como referencia, por ejemplo, el río o un tramo del río cambiará de graduación cuando cambie su caudal, siendo la relación la siguiente: a más caudal, más graduación. A esta norma se le aplican una serie de excepciones, ya que también puede ser que al bajar el caudal del río aparezcan piedras que hagan más peligroso y técnico ese río e incrementen la graduación.
Otros aspectos que influyen en la graduación de los ríos son la accesibilidad que presenten, el aislamiento de la zona, si existen buenas zonas de recuperación tras los rápidos o si éstos se encadenan sin zonas de stop, etc.
La nomenclatura utilizada para graduar los ríos es internacional, pero según los países se le da un grado u otro diferente al mismo río. Por ejemplo, un río grado III español, puede ser un grado II en Chile. Son los países que tienen ríos con grandes graduaciones, generalmente los sudamericanos, los que son más exigentes a la hora de aumentar la graduación de un tramo de río.
La graduación de un río se da en números romanos si se refiere a la totalidad del recorrido, y en números arábigos si solamente designa un tramo o paso concreto del recorrido. Además, se utiliza el símbolo “+” para indicar la graduación entre dos grados distintos.
Si encontramos un río en un anuncio graduado en dos niveles (por ejemplo “río tal – grado II-IV) puede significar que dependiendo del caudal el río tendrá una graduación u otra, o también que el río tiene una parte más fuerte que otra.
– Grado I: Ríos con nula pendiente y sin obstáculos. Se denominan “aguas tranquilas” y no son aptos para realizar rafting puesto que no contienen el mínimo de emoción necesaria.
– Grado II: Son ríos fáciles de navegar, con olas pequeñas y regulares, y rápidos muy poco técnicos. Es la graduación que se utiliza para rafting de iniciación, ideal para las actividades familiares o grupos escolares. Tiene como atractivo que la emoción se controla al 100% y es extremadamente segura.
– Grado III: La navegación de este tipo de ríos ya exige maniobras para evitar los obstáculos que se presentan. Es la graduación idónea para el rafting comercial, el de todos los públicos, desde los que se inician hasta los amantes del riesgo, puesto que ofrece la combinación perfecta entre emoción y seguridad.
– Grado IV: Estos ríos son más violentos y necesitan de una concentración extra para evitar los obstáculos que presentan. Además tenemos que contar con movimientos como rebufos y drosages que requerirán altas dosis de prudencia. Exige un nivel avanzado, personas que ya hayan practicado rafting antes y tengan cierta habilidad en el manejo de la barca y el agua.
A partir del Grado IV se tomarán unas medidas extras de seguridad en descensos comerciales de rafting, tales como: safety-kayaker, cata-raft de seguridad, personal en la orilla preparado…
– Grado V: Ríos con movimientos de agua muy violentos y frecuentemente encadenados. Pueden tener grandes desniveles y exigen un reconocimiento de los rápidos previo. Se trata de rafting extremo, solo para expertos y que sólo se ofrece a nivel comercial de forma específica, para grupos que hayan superado una formación previa.
Existen, además, otras dos graduaciones con cierta controversia a su alrededor. Se trata de un posible Grado VI y de los Infranqueables. El Grado VI es un río de gran dificultad que solo puede franquearse en contadas ocasiones con niveles de agua muy precisos. El reconocimiento es minucioso e indispensable y se hace precisa la presencia de compañeros en la orilla para ayudar en caso de necesidad. La controversia estriba en que hay quien piensa que si un rápido hasta la fecha infranqueable deja de serlo, pasaría a ser grado V+ y no grado VI.
Los infranqueables son los rápidos que no pueden ser navegados sin causar irremediablemente daños físicos.